Domingo 21 de enero, 12:30 horas. Sala de cámara del Auditorio de Oviedo: OSPA, Ciclo de conciertos música de cámara: «Vermut de cámara«, Camerata Barroca. Obras de Purcell, Corelli, Händel, Dall’Abaco y Avison. Entrada: 12 €.
Los músicos de la OSPA, entre abonos y ópera, también siguen trabajando en distintas formaciones camerísticas que van ocupando algunas mañanas dominicales, y esta vez con la cuerda para un programa barroco dedicado al Concerto grosso, época y forma que la formación sinfónica no suele transitar pero tan necesario por la vigencia que entre la gente joven está teniendo y poder trabajar estos repertorios por parte de todos los músicos.
Tras la bienvenida de la gerente Ana Mateo, cual equipo de fútbol por la alineación presentada, se estrenaba esta Camerata barroca con Pedro Ordieres ejerciendo de capitán y presentador de las obras elegidas, comenzando como debe ser con una obertura, la de Dido y Eneas de Purcell, con los instrumentos aún por templar y la «guerra» que dan las cuerdas de tripa hoy solamente en el contrabajo de Javier Fierro, como bien nos aclaró Ordieres antes de afrontar el primer grosso de la mañana, olvidándonos de criterios «historicidas» y con un continuo con el citado Javier, el cello de Max von Pfeil alternando con Pelayo Cuéllar, además de los «tutti», y el invitado de lujo además de amigo de «La casa» Aarón Zapico en el clave, conformando la base armónica de los siguientes concerti, dispuestos con tres violines enfrentados que además alternarían los solos cada uno de ellos, para darnos una sonoridad ideal en esta sala de acústica perfecta para estos «ensembles».
El gran violinista y compositor de Fusignano (Rávena) Arcangelo Corelli (1653-1713), considerado el «Padre del concerto grosso«, sería quien abriría este recorrido por la forma barroca por excelencia, actuando de «solistas» Ordieres y Albericio. Buen entendimiento entre ambos, ejecución «de libro» con buenos contrastes solo-tutti, dinámicos y de tempi en sus movimientos (Largo – Allegro – Largo – Allegro / Largo / Allegro / Allegro) de diferente carácter para su Concerto Grosso, op. 6 nº 1 en re mayor, de la docena que consta esta colección. probablemente de los años 80 aunque publicada en 1714 tras la muerte del compositor. Poco a poco ajustando afinaciones y empaste, este nº 1 mostró el trabajo de equipo y el amor por estos repertorios.
Del veronés Evaristo Felice dall’Abaco (1675-1742), nos ofrecerían dos concerti grossi a quattro pero ‘Da chiesa’ (de iglesia), contrapuesto a ‘Da camera’ por el lugar donde se ejecutaban y prescindiendo de solistas, aunque también tengan su protagonismo, incluso se podía cambiar el clave por el órgano que esta vez no fue necesario. De su opus 2 (publicados hacia 1735) nos ofrecerían dos: el nº 4 en la menor (y no el nº 1 anunciado, por problemas de lectura en la edición como nos contó Ordieres) en tres movimientos (Aria: Allegro / Largo / Presto) y el nº 5 en sol menor en cuatro (Largo / Allegro e Spiritoso / Grave / Allegro), bien conocido y estudiado por el «concertmaster«, sonoridad compacta de los once músicos con buen balance entre todos, más la afinación ya consolidándose para comprobar esa unidad de violines que se contestan como si de un dúo se tratase, fruto del trabajo diario a lo largo del tiempo con todo el repertorio sinfónico que tras escucharles en este barroco, siguen reforzando sus mejores cualidades, dejándonos unos tempi lentos donde disfrutar el siempre claro clave del mayor de los Zapico: un cuarto muy sentido en sus tres movimientos y un quinto luminoso.
Si hay un compositor que conocía la obra de Corelli es el alemán G. F. Händel (1685-1759) que ya en Inglaterra también cultiva los concerti grossi interpretándose incluso en los intermedios de sus famosos oratorios. La Camerata Barroca (con David y Daniel de solistas) nos brindaría el Concerto Grosso op. 6 nº 5 en re mayor, HWV 323 (con seis movimientos «inmensos»: Larghetto e Staccato / Allegro / Presto / Largo / Allegro / Menuetto) de lo más aplaudido -incluso al finalizar el quinto- con la firma inconfundible del contemporáneo de «Mein Gott» en su época de mayor inspiración y fortuna, conjugando los estilos de moda (francés, italiano, alemán…), en una interpretación auténticamente camerística por la limpieza expositiva, el sonido rotundo y potente, partitura bien entendida por todos y con el balance perfecto, resultando de lo mejor en este vermut dominical que de hecho terminarían bisando el segundo Allegro.
Aún quedaba el último «grosso» inspirado en las sonatas para clave de D. Scarlatti del crítico y compositor inglés Charles Avison (1709-1770). De sus interesantes conciertos, el Concerto Grosso op. 6 nº 5 (after Scarlatti) (Largo / Allegro / Andante moderato / Allegro) con Pablo y Cristina en los violines solistas, junto a una buena cohesión y balance del «ripieno» sin historicismos pero con toda la honestidad hacia lo escrito (impecable el Andante moderato), redondearían una excelente mañana con este repertorio italiano e inglés que conocen desde sus años de estudiante pero pocas veces se interpreta, permitiéndonos comprobar el buen estado de estos músicos capaces de pasar de ensayar el Wagner que levantará el telón en el Campoamor este jueves, a estos «aperitivos» para el vermut barroco por el que seguirán pasando mensualmente más «equipos de la OSPA».
Camerata Barroca: Pedro Ordieres, Pablo de la Carrera y David Carmona (violines I) – Elena Albericio, Daniel Jaime y Cristina Castillo (violines II) – Beltrán Cubel (viola) – Maximilian von Pfeil y Pelayo Cuéllar (violonchelos) – Javier Fierro (contrabajo) – Aarón Zapico (clave).
PROGRAMA:
H. Purcell: Dido y Eneas, obertura.
A. Corelli: Concerto Grosso op. 6 nº 1.
E. F. Dall’Abaco: Concerto grosso da chiesa op. 2 nº 4.
Concerti grosso da chiesa op. 2 nº 5.
G. F. Händel: Concerto Grosso op. 6 nº 5.
Ch. Avison: Concerto Grosso op. 6 nº 5 (after Scarlatti Sonatas).