Sábado 19 de febrero, 19:30 horas. Centro de Cultura Antiguo Instituto (CCAI), Academia de Música Antigua de Gijón: Egeria, Ad Loca Sanctum.

Gijón es desde hace años la capital de la llamada música antigua, cada vez más moderna, y tiene su público plenamente asentado en la villa marinera. Hace tiempo que mi admirado Mario Guada me descubriese en sus reportajes y críticas para Codalario a un grupo vocal femenino centrado en la investigación de la música medieval, y aún más en el periodo llamado Ars Antiqva; tras saber que Egeria venía a Asturias no podía más que tomar la Autovía Minera para disfrutar de una época poco escuchada en vivo aunque ya en mis años jóvenes de facultad me cautivasen aquellas músicas de Leonin y Perotin en la llamada Escuela de Notre Dame de París.

La conferencia previa con Lucía Martín-Maestro Verbo no solamente nos adentró en la figura de Egeria, la noble romana (gallega o berciana) del siglo IV que peregrinó a Tierra Santa documentándonos ese peregrinaje, y hasta podría afirmar que fue la primera musicóloga de la historia. También nos explicaría el itinerario que conforma cada concierto de esta formación femenina, como no podría ser menos ante el tributo a quien les da su nombre, cuatro mujeres jóvenes y preparadas, perfectamente afinadas desde un canto natural, cuatro solistas que se encuentran y comparten estas partituras con un empaste impecable, textos en latín de la propia Egeria traducidos y cercanos, un trabajo muy logrado en obras donde el fraseo encajaría a la perfección desde el latín vulgar, casi «pseudoeclesiástico» para una mujer piadosa como la española, de complicado tactus junto a los modos rítmicos escritos que encontraron acomodo también con la sencilla percusión del pandero cuadrado sin olvidarse de una delicada lira tanto para vestir la prosa como en la monodia y polifonía incipiente del Ars Antiqva, la modernidad actual de la música medieval.

El programa Ad loca Sancta es un itinerario propio de estas Egerias actuales afincadas en París, partiendo de la Galicia romana, pasando por la pura Castilla burgalesa, la Narbona de la Occitania francesa con sus trovadores y troveros, sus leyendas, la capital gala como cuna polifónica hasta cantar a la Jerusalén fin de este peregrinaje total de la noble romana al fin redescubierta y resucitada en las voces del hoy cuarteto Egeria.

El trabajo previo de búsqueda y preparación de las etapas musicales para este santo camino interior y real, emocional además de actual, parte de dos joyas hispanas no suficientemente escuchadas en vivo y que atesoran Santiago de Compostela y Burgos, saltando hasta el París siempre envidiable que cuida y presume de lo suyo, que bien se merece una misa, una cena, o un cuarteto español que como Egeria, continúa viajando y haciéndonos viajar con la música vocal.

El punto de partida será GALLAECIA y su Códice Calixtino, un «cancionero» de mediados del siglo XII del que Egeria seleccionó tres obras y autores: Ato episcopus Trecensis (ca. 1145)
Nostra phalanxMagister Albericus archiepiscopus Bituricensis (ca. 1141)
Ad superni regis decus Guillelmo patriarcha Iherosolimitano (ca. 1130)
Iocundetur et laetetur. Puesta en escena casi de tránsito basilical con homofonías perfectas «a capella», la música académica que podría ser popular en este punto geográfico de inicio y final desde tiempos remotos.

Segunda etapa CASTELLA, en Las Huelgas burgalés, más palacio por entonces que convento actual,  atesorando la música para su uso y disfrute más que para mostrar al peregrino. Tres anónimos que Egeria eleva y compone la banda sonora de este viaje musical propio: Eterni numinis, O gloriosa Dei genitrix y Mater, patris et filia, conductus llegados de Notre Dame y engrandeciendo este Codex de las Huelgas, otra joya hispana manuscrita antes de pasar los Pirineos donde los trovadores pondrán música a los cantos marianos entendidos como «mundanos» en la línea de las infravaloradas Cantigas de Santa María o las de Martín Códax, que no por conocidas se escuchan en su totalidad. Voces capaces de expresar el avance que supuso armar cuatro voces con un ritmo escrito, respiraciones muy trabajadas y una técnica que hace fácil lo difícil desde unos colores naturales y ricos.

Ya en PROVINTIA NARBONENSIS la música trovadoresca con sus historias, primero Peire Vidal (1150-1210)
Pois tornaz y lo que un beso supuso, después Ricardo Corazón de León (1157-1199)
Ja nus hons pris, historia y leyenda de su cautiverio pagado por su madre y no por otro trovador, pues los mitos ya funcionaban por entonces, o el Anónimo On doit la mere Dieu honorer, la lira y lírica de los juglares franceses encarnados por esta Egeria nuestra.

Otra etapa francesa de anónimos en el París luminoso del imperio romano, LUTETIA PARISORUM, músicas protagonizadas y cantadas con solos que dan el color vocal individual bien revestido de polifonías asombrosas para su época, arte «antiguo» porque así lo llamaron los siguientes autodenominados Ars Nova en contraposición, pero plenamente modernas y «rompedoras», tanto o más que interpretarlas: Iudea et Iherusalem, Pange melos lacrimosum.

Itinerario sin pausas ni final pero con el Jerusalem que se otea en el horizonte: DUM IRET IN HIERUSALEM, dos anónimos, Iherusalem mirabilis  en latín, y el francés de Chevalier, mult estes guariz (del Codex Amplonianus), más joyas de la música latina, la de entonces sin comparaciones ni engaños, manteniendo calidades y escena, voces para disfrutar solas y en conjunto, ornamentos justos para la belleza polifónica de esta banda sonora en un viaje musical de nuestra Egeria internacional desde la Francia que sigue marcando tendencias también en la música medieval.

Una alegría comprobar la agenda de Egeria a tope en estos tiempos, ávidos de recuperaciones necesarias por musicólogas e intérpretes como estas cuatro artistas. No se quedaron cortos los elogios de Mario y plenamente satisfecho por el siempre incomparable directo, continuaré siguiendo un proyecto que tiene un recorrido aún mayor que el geográfico de la peregrina (gallega o berciana).

EGERIA:

Lucía Martín-Maestro Verbo (dirección, voz y percusión), Fabiana Sans Arcílagos (codirección, voz y percusión), Romina de la Fuente Villarroel (voz y lira), Laia Blasco López (voz).