Como todavía me queda algo de inocencia (serán los años), lo único que les pido a
Los Magos (lo de reyes sigo sin llevarlo bien por esta tendencia mía a
La República) tras los pasados «Años
Mahler» sin lograrlo, es poder escuchar en Asturias la
Octava Sinfonía «De los Mil»
con todas nuestras orquestas (
OSPA,
OvFil, la
Filarmónica de Asturias, la
Universitaria, la
OCAS, nuestros coros (
«El León de Oro», grandes, chicas y peques, igual que el de la
Fundación Príncipe y también la
Escolanía San Salvador…) con nuestros solistas, que tenemos un montón y de primera (
Beatriz Díaz,
Elena Pérez Herrero,
Ana Nebot,
Mª José Suárez,
Lola Casariego,
David Menéndez,
Miguel Ángel Zapater,
Juan Noval-Moro…) en mi querida Asturias.
Mantengo mi ilusión en tener a
Pablo González (que será padre en este 2017) como director de un acontecimiento que me
copió Dudamel, al que le perdono todo… incluso que mi
tocayu quisiese llevarlo hasta Barcelona…
Pablo González y Mahler .
Es la ilusión infantil en este día aunque tampoco quiero olvidarme de
Forma Antiqva, para quienes vuelvo a pedir un
Grammy clásico (se lo merecen, sobre todo
los hermanos Zapico, que en el recién acabado 2016
siguieron «a tope» y haciendo historia siempre desde casa
con nuevo disco).
También sigo recordando a mis queridos pianistas con
Carmen Yepes a la cabeza (trabajado duramente desde Madrid) o
Diego Fernández Magdaleno. Mantengo ilusión y pido más composiciones de
Rubén Díez,
Jorge Méndez y del siempre «redescubierto»
Guillermo Martínez, esperanzado de que los llamados gestores culturales se olviden de esta crisis que parece no acabar, y les den mucho trabajo… ¡No más recortes por favor!,
No sé si ya les han escrito pidiendo para mis violinista favoritos
Ignacio Rodríguez y
María Ovín (hoy en la
OSPA), para traerles mucho éxito en suss estudios fuera de Asturias y trabajo en casa, aunque yo me sumo a esos deseos, y de lo
pedido en años pasados faltaron muchas cosas (supongo que por pedigüeño) pero a mi edad no tengo freno, parece que me hizo la boca un diputado.
De mi adorada
Beatriz Díaz ya les escribiré otra carta porque se merece todo lo que traigan y más, sé que Vds. lo saben por ser Magos, aunque 2016 haya sido bueno en lo personal con un Luca que apunta maneras musicales…
Para la
Ópera necesitaría otra carta
de adulto, pero mis papás dicen que ya está bien de pedir… al menos mantener ópera y zarzuela, aunque
suprimir la gala de los
Premios Líricos Campoamor no me haya gustado mucho…
A todos mis amigos músicos repartidos por el mundo les mando siempre «MUCHO
CUCHO®» antes de cada actuación, normalmente de vaca asturiana, y podría escribir una carta más detallada para tantos amigos músicos que tengo repartidos por el mundo (para que luego digan de la «maldición»
ENTRE MÚSICOS TE VEAS).
Mientras tanto espero que la palabra
corrupción vaya apareciendo menos en nuestra cotidianidad y que la crisis se olvide de la MÚSICA y de toda la CULTURA en general, donde «tijeretazo» se escuche menos que «hoja de ruta» ¡lo qué ya es decir!, para este año 17 que acaba de nacer, aunque nuevamente parezcan estar «duros de oreja» (supongo que con los recortes sanitarios no tendrán ni para un
sonotone y la edad no perdone). A propósito, si pudieran parar definitivamente la
Ley Wert donde la música en la educación es algo ínfimo y optativo, entonces tiraría fuegos artificiales… pero ya ven que no está entre las peticiones musicales.
Gracias a Los Magos (de donde vengan y utilizando el transporte que tengan) por seguir llenándonos de esperanza e ilusiones.
La emoción como plena inclusión | Pablo, la música en Siana
Feb 25, 2017 @ 21:24:43