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Última hora: Tabita Berglund sustituye a Peltokoski

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Nota de prensa:

Por enfermedad debidamente justificada, el director de orquesta Tarmo Peltokoski se ha visto obligado a cancelar el concierto previsto con la Orquesta Ciudad de Granada el próximo 20 de junio, en el Palacio de Carlos V, en esta 73 edición del Festival de Granada.

En su lugar, la joven directora noruega Tabita Berglund se ha hecho cargo de este concierto con el mismo programa, a la que agradecemos su total disponibilidad para asumir esta repentina cancelación y dirigir en el Festival de Granada.

Tabita Berglund

Directora Principal Invitada de la Orquesta Sinfónica de Detroit (a partir de la temporada 2024/25); Directora Principal Invitada de la Dresdner Philharmonie (a partir de la temporada 2025/26).

Aclamada como «una de las mayores promesas de Europa» (Helsingin Sanomat), Tabita Berglund es una de las jóvenes directoras de orquesta más interesantes y talentosas de la actualidad, que se está ganando rápidamente una reputación por su estilo despierto, carismático e inspirador, que suscita «una creación musical excepcional» (The Arts Desk). Es Principal Directora Invitada Designada de la Orquesta Sinfónica de Detroit, a partir de la temporada 2024/25, y en 2025/26 se convertirá en Principal Directora Invitada de la Dresdner Philharmonie. A finales de 2023/24 concluyó su mandato de tres años como Principal Directora Invitada de la Orquesta Sinfónica de Kristiansand.

Recientemente, ha debutado con la Orquesta Sinfónica de Dallas, la Orquesta Sinfónica de la Radio Sueca, la Berner Symphonieorchester, la Orchestre National de Lyon, la Philharmonia Orchestra, la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Birmingham, la BBC Scottish Symphony, la Dresdner Philharmonie, la Düsseldorfer Symphoniker, el Musikkollegium Winterthur y el Festival de Grafenegg, donde se puso al frente de la Tonkünstler-Orchester Niederösterreich, por segunda vez. Próximamente debutará con la Philharmonia Orchestra en la Ópera de Garsington, dirigiendo una reposición de Le nozze di Figaro de Mozart; volverá a dirigir a la Orquesta Sinfónica de Detroit, como invitada principal, la Dresdner Philharmonie, la Orchestre National de Lyon, la Tonkünstler-Orchester Niederösterreich, Festival de Grazburg, Real Orquesta Filarmónica de Estocolmo y Orquesta Sinfónica de Trondheim, así como debuts con la Sinfónica de Gotemburgo, Orquesta Sinfónica de Lahti, Gürzenich-Orkester Köln, Orquesta del Mozarteum de Salzburgo (Festival de Pascua de Salzburgo), Orquesta de Cámara de París, Orquesta de la Svizzera Italiana, Orquesta de Minnesota y Sinfónica de Houston, entre otras. Berglund también debutará en Asia con la Tokyo Metropolitan Symphony Orchestra en noviembre de 2024. 

Berglund colabora regularmente con solistas de renombre internacional como Jean-Yves Thibaudet, Leila Josefowicz, Truls Mørk, Pekka Kuusisto, Cédric Tiberghien, Alexander Malofeev, Camilla Tilling y los hermanos Jussen, por citar algunos. Sigue defendiendo la música de compatriotas nórdicos como Sibelius, Stenhammar, Tveitt, Nordheim y Thorvaldsdottir, como parte de un amplio repertorio que abarca desde Mozart y Beethoven hasta Prokofiev, Boulanger, Mahler, Lutosławski y Britten, entre muchos otros.

Se graduó en 2019 en el Máster de Dirección Orquestal de la Academia Noruega de Música, donde estudió con el profesor Ole Kristian Ruud. Originalmente se formó como violonchelista y estudió hasta el nivel de maestría con Truls Mørk, actuando regularmente con las orquestas filarmónicas de Oslo y Bergen, así como con los Solistas de Trondheim, antes de que la dirección de orquesta se convirtiera en su enfoque principal en 2015. Fue la estrella 2018-20 del programa Talent Norway y fue galardonada con el Premio Neeme Järvi de la Gstaad Conducting Academy. El CD debut de Berglund, en el que dirige a la Filarmónica de Oslo con la violinista Sonoko Miriam Welde, se publicó en 2021 (LAWO) y posteriormente fue nominado a un Grammy noruego (Spellemann) en la categoría de Música Clásica 2022.

Granada fue Linz

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Domingo 16 de junio, 22:00 horas. 73º Festival de Granada, Palacio de Carlos V | Conciertos de Palacio / #Bruckner200: Orquesta Sinfónica RTVE, Christoph Eschenbach (director). Obras de Mozart y Bruckner. Fotos de ©Fermín Rodríguez.

Arrancaba este domingo mi segundo festival granadino al completo «desde Palacio», con la ciudad austriaca de Linz como eje vertebrador que en el programa del Festival lo titula «De Mozart a Bruckner» por las dos obras tan coherentes para un programa que empieza con Mozart y su Sinfonía nº 36, considerada de madurez (siempre increíble), llevando el topónimo como sobrenombre por estar escrita a su paso por dicha ciudad en el otoño de 1783, sumando que además esté estrechamente ligada a Anton Bruckner, de quien conmemoramos su 200 aniversario con notable presencia en Granada además de la capital austriaca transitada por tantos grandes con el lema  de esta última temporada de Antonio Moral al frente: «Viena, punto de encuentro», capitalidad musical mundial que seguiremos escuchando a lo largo de esta edición.

A la Orquesta de RTVE se le notan los últimos años de titularidad de mi paisano y tocayo Pablo González, por lo que su estado de forma es el ideal y las batutas invitadas se encuentran con una sinfónica de lo más flexible y moldeable, capaz de afrontar en igualdad de calidad al siempre necesario Mozart y al incomprendido Bruckner como reto para músicos y director, tres conciertos en su sede del Monumental madrileño, en Úbeda dentro de su festival, para finalizar en el granadino con Christoph Eschenbach (1940), maestro de amplio espectro y trayectoria más que reconocida, buen maridaje y perfecto rodaje previo a este «Concierto Linz».

La Sinfonía nº 36 en do mayor, K 425 «Linz» (1783) de Mozart con plantilla «clásica» sonó más que aseada  con un Eschenbach siempre de gesto contenido pero con una batuta que es maravilloso contemplar cómo la agita, pues deja fluir la música y los matices están escritos en la partitura, así que todas las secciones de la orquesta pudieron disfrutar interpretándola dibujada por un pincel en la derecha marcando los fraseos y la económica mano izquierda. Cuatro movimientos «de libro», reducido en el atril, con el maestro alemán logrando que todo sonase claro: un Adagio – Allegro spiritoso bien contrastado, el Poco adagio de maderas excelentes, un Menuetto impecable y el último Presto donde comprobar una cuerda nítida y conjuntada preparándose para una segunda parte donde la ORTVE sacaría todo su músculo y Eschenbach la sabiduría en ese repertorio.

De Bruckner, que estudió y pasó más de una década como organista en Linz, todo el mundo está de acuerdo que es un sinfonista esencial para entender la evolución del género que conecta a los grandes clásicos con Mahler (el festival pasado también tuvo sus programas). La Séptima, obra formalmente dedicada a Luis II de Baviera, es una de las sinfonías más populares aunque nace como homenaje a Wagner que acababa de fallecer, siendo uno de los primeros éxitos en vida del músico cuando la partitura se escuchó públicamente por primera vez  el 30 de diciembre de 1884 en Leipzig. Totalmente memorizada  por el maestro alemán y asimilada por la sinfónica de la radiotelevisión española, los cuatro movimientos se ciñeron a las indicaciones del compositor, de nuevo con economía gestual en el podio aunque algo más amplia su mano izquierda, con unos balances difíciles de conseguir ante el despliegue instrumental pero con eficacia, entrega, riqueza dinámica en todas las secciones y una interpretación impecable.

El Allegro moderato arrancó con una cuerda en pianissimi perfecta, el dibujo permanente de Eschenbach  y una disciplinada formación siempre en su plano sonoro con leves indicaciones del maestro alemán. Si la madera ya mostró sus credenciales, estaba claro que para esta séptima los metales serían parte esencial y no defraudaron ni en color, tan organístico en el compositor e Linz, ni en presencia, contenida cuando debían y sólo espoleados en el momento justo con los brazos arriba de una siempre eficaz batuta. El Adagio: Sehr feierlich und sehr langsam resultó literalmente «Muy solemne y muy lento», la espiritualidad y emoción de Bruckner pasando por todas las secciones, la cuerda manejada con las manos del pianista, con la presencia de la melodía nunca oculta por el grueso sinfónico. Impactante el siempre agradecido Scherzo: Sehr schnell, lucimiento de los bronces con la tímbrica tan especial de las tubas wagnerianas y la acústica siempre increíble del palacio imperial, con la indicación de «Muy rápido» sin dejarse notas por el camino. Maravilloso Eschenbach que transmitió energía, pasión y magisterio como así volvería para el Finale: Bewegt, doch nicht schnell, «movido, pero no rápido», increíble porque el trabajo previo se notaba y este tercer concierto parecía dar sentido al refrán español «a la tercera va la vencida», pues no hay reproche a esta séptima bruckneriana para conmemorar el segundo centenario del nacimiento de Bruckner con la veteranía y sabiduría del director alemán sacando lo mejor de una orquesta que espero mantenga el fruto plantado para futuras cosechas, muchas de ellas aún disponibles en las redes sociales, pues los horarios de emisión no son los de este en la capital nazarí, aunque tras los más de diez minutos de aplausos  de un público agradecido, por poco alcanzamos «Los conciertos de la 2».

PROGRAMA

-I-

Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791):

Sinfonía nº 36 en do mayor, K 425 «Linz» (1783):

I. Adagio – Allegro spiritoso

II. Poco adagio

III. Menuetto

IV. Presto

-II-

Anton Bruckner (1824-1896):

Sinfonía nº 7 en mi mayor, WAB 107 (1881-83):

I. Allegro moderato

II. Adagio: Sehr feierlich und sehr langsam (Muy solemne y muy lento)

III. Scherzo: Sehr schnell (Muy rápido)

IV. Finale: Bewegt, doch nicht schnell (Movido, pero no rápido)